jueves, 3 de marzo de 2016

Febrero se llevó un ángel

La vida tiene sus contraindicaciones y muchas personas también. Por eso alguien dispuso hábilmente a una legión de ángeles entre nosotros. No son muchos ni suficientes teniendo en cuenta lo enorme que es la población mundial. También me atrevería a decir que por estas latitudes no abundan.

Los ángeles hablan bajito, y siempre después de escuchar. Cuando te miran lo hacen a los ojos, como escaneándote por dentro, y sabes que te respetan porque nunca te juzgan de antemano sino que comprenden que tienes razones, las que sean, para ser, actuar o pensar como lo haces.

Cuando tienes un problema, por mínimo que sea, los ángeles están ahí. Siempre hay una llamada, un mensaje o una caricia. Porque a los ángeles nunca se les pasa nada por alto. Están cuando tienen que estar y luego se apartan respetuosa y humildemente.

Los ángeles no piden nada a cambio. Ni se esfuerzan ni aman por recibir, porque ya se sienten satisfechos con lo que la vida les ha dado, sea un camino de rosas o de espinas. Los ángeles sonríen, siempre lo hacen, con una sonrisa amplia y sanadora. No tienen ideología, salvo la de creer en las personas y no hacer distinciones entre las buenas y las malas, ahí está su punto débil.

En todas las familias hay un ángel, y cuando se va deja huérfanos no solo a sus consanguíneos sino a cientos de otras personas a las que sonreían cada día en la tienda, en la iglesia, en el banco, en el portal, en el médico, en cualquier punto de la ciudad e incluso a miles de kilómetros. El que tenga un ángel que lo cuide, y el que no, que lo busque porque los ángeles brillan y son fáciles de encontrar.


* Delia de la Fuente Losada era nuestro ángel. Y voló al cielo el pasado 28 de febrero, muy tempranito, después de compartir sus 85 años con tantas y tantas personas.


1 comentario:

  1. Carmen. Se lo mucho que la echamos de menos y como ella decia algun dia espero que nos volvamos a encontrar todos, solo Dios sabe que ese era su deseo y que por que por encima de todo estaba su familia. Su marido, sus hijos, nietos, bisnietos, sus padres etc. No hay persona que no suelte una lagrima al enterarse de su muerte como me dijo alguien "la creia eterna" y asi es, es eterna. Te queremos

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